1. Promover la "desfosilización" de la estructura de energía y reemplazar combustibles altamente contaminantes
En los campos de las calderas industriales, la calefacción civil, la generación de energía, etc., los gránulos de biomasa pueden reemplazar directamente los combustibles fósiles como el carbón y el petróleo pesado. Por ejemplo:
Campo industrial: reemplace pequeñas calderas a carbón para resolver el problema de la contaminación de la "quema de carbón disperso" (quema de carbón disperso en áreas rurales en el norte de mi país fue una vez una fuente importante de neblina de invierno);
Campo civil: en países nórdicos (como Suecia), los gránulos de biomasa se han convertido en el combustible convencional para la calefacción doméstica, reemplazando el gas natural y el combustible;
Campo de generación de energía: la generación de energía de biomasa se puede utilizar como un suplemento para la potencia térmica para reducir la dependencia de la potencia a carbón.
2. Promueva el desarrollo coordinado de la "revitalización rural + economía verde"
Las materias primas del combustible de pellets de biomasa provienen principalmente de áreas rurales. Su producción y procesamiento puede impulsar el empleo rural (como la recolección de materias primas, el procesamiento de perdigones, el transporte, etc.) y crear ingresos adicionales para los agricultores. Al mismo tiempo, reduce la contaminación de las tierras agrícolas causada por la quema de paja y logra una situación de ganar-ganar de "protección ambiental + economía".
3. Adaptarse al escenario de "energía distribuida" y reducir la pérdida de energía
El combustible para pellets de biomasa tiene una alta densidad de energía (aproximadamente 4000-4500 kcal/kg, cerca del carbón de calidad media), y es fácil de almacenar y transportar. Es adecuado para escenarios distribuidos como áreas rurales y fábricas pequeñas y medianas, reduciendo la pérdida de transmisión de energía a larga distancia y mejorando la eficiencia de utilización de energía.
El combustible para pellets de biomasa se ha convertido en un vínculo clave entre la "protección del medio ambiente, la agricultura y la energía" en el desarrollo verde con sus ventajas centrales de "emisiones cero del ciclo del carbono, la utilización de los recursos de residuos y el reemplazo de la energía de alta contaminación". Con la actualización de la tecnología y la profundización del soporte de políticas, su estado como "energía estándar" se consolidará aún más, proporcionando un importante apoyo para la transformación de la estructura de energía global y la realización del objetivo de "doble carbono".